9 de abril.

De nuevo viajamos en el autocar nocturno, debido al agotamiento supongo,nos entró una risa continua que parecíamos colgadas, entre parada y parada, llegamos a las 6 de la mañana al hotel
VENUS,que por cierto nos fueron a recoger al autocar y nos dejaron entrar en la habitación a dormir, supermajos,nos levantamos a las 10 y desayunamos al sol tranquilamente con nuestro tomate, dátiles,queso, mermeladas......y salimos al denominado "Castillo de algodón" o Pamukale, es una precipitación rápida de carbonato cálcico sobre la ladera de un monte que da lugar a unos pilones y laderas blancas como el algodón y brillantes y aunque se vean en fotos hay que verlo para creerlo.Entramos nos hicieron descalzarnos y por supuesto de cabeza a bañarnos en las pilas, los únicos por supuesto, empezamos a subir y los críos disfrutaron como locos, lo único que lo cortó fue una llamada telefónica sobre triquinosis que intentó amargar el día pero que no terminó de conseguirlo.

Visitamos en su cima Hierápolis, donde se apreciaban las calles de una de las ciudades más antigua del país pero debido a los numeroso terremotos, gran parte de ella está destruida, la necrópolis se observa bien al igual que el anfiteatro.
Nos bañamos entre columnas y aguas sulfurosas, un placer.
Volvimos por la ladera, con luna llena totalmente solos y con unas sensaciones indescriptibles.
Cenamos en el pueblecito, en un lugar muy agradable y al día siguiente nos llevaron a coger el autocar que nos llevaría a Selçuk en el mar Ejeo, el autocar de día peor que los nocturnos.
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